Ciudad Real: Aumento de las agresiones de padres a los profesores de sus hijos con 16 casos en la provincia

Toledo es la provincia donde se han generado más atenciones con 42 casos, por delante de Guadalajara con 18, Ciudad Real con 16, Albacete con 15 y Cuenca con 3 casos respectivamente.

Crónicas de Ciudad Real.- El notable aumento de los conflictos de padres hacia los profesores, muy por encima de los relacionados con alumnos, durante el pasado curso 2017-2018, es el dato que más sobresale en el informe del servicio ‘El defensor del profesor’ que ha elaborado el sindicato de docentes ANPE CLM.

Según han detallado en rueda de prensa el presidente de ANPE CLM, Ramón Izquierdo; la responsable del servicio, Pilar Sánchez, y el jefe de comunicación, Manuel Tébar, el número de casos atendidos el pasado curso han sido de 91, cuando en el curso 2016-2017 fueron 65.

Sánchez ha detallado que ha aumentado un 41 % los casos con los padres y que 26 de los 89 incidentes totales han sido por faltas de respeto e insultos (un 26 %), 22 actuaciones (25 %) por acosos y amenazas y 21 (23 %) por falsas acusaciones a los docentes, mientras que se han recibido nueve denuncias y siete agresiones.

Aquí, se ha detenido en el crecimiento un 21 % de los sucesos que se han producido a través de los grupos de wahtsapp que manejan los progenitores, con 35 casos el pasado curso, mientras que los insultos por las redes sociales han crecido un 46 %, con 16 casos registrados, cuando fueron una docena en el curso 2016-2017.

Además, en el informe, elaborado por los coordinadores de ANPE en cada provincia, se resalta el aumento del ciberacoso, con insultos y amenazas verbales de padres a profesores, cuando ha descendido entre alumnos y de estos a sus profesores.

La tipología más extendida en los 68 conflictos que registra el informe de ‘El defensor del profesor’ con alumnos son los de dar clase y faltas de respeto e insultos, en ambos 20 casos y el 29 % del total, por delante de los acosos y amenazas (16), las siete agresiones entre alumnos, las tres agresiones a profesores y los dos daños a la propiedad.

Sobre los 91 casos del pasado curso, 26 más que en el 2016-1017 y 15 por encima del 2015-2016, el informe reseña que Toledo es la provincia donde se han generado más atenciones, 42, por delante de Guadalajara (18), Ciudad Real (16), Albacete (15) y Cuenca (3).

Además, y referido a los niveles educativos, 44 casos han sido en Primaria, el que más ha crecido, seguido por los 29 en Secundaria, 11 en Infantil y ocho en otros centros, como escuelas de idiomas.

La coordinadora del servicio también ha detallado que se han registrado 18 conflictos con equipos directivos, once con la Administración y nueve entre compañeros.

La ansiedad como principal efecto 

En los datos del informe se añade como la ansiedad es la que más afecta al profesorado, un 70 % de los casos, mientras que el estrés afecta a un 15 %, la depresión a un 8 % y la baja médica a un 6 %, mientras que se ha dado un único caso de abandono de la docencia.

Con estos datos lo que se busca, según Ramón Izquierdo, “es difundir a la sociedad la realidad” que afronta el profesorado al objeto de que las distintas administraciones públicas “tomen las medidas oportunas o las acciones que considere oportunas para que disminuyan los problemas de convivencia en los centros educativos”.

Con ‘El defensor del profesor’, que ha cumplido ya trece años y está abierto a todos los docentes, incluso no afiliados a ANPE, “queremos concienciar” sobre la problemática de los docentes, según ha expuesto Izquierdo, quien ha pedido una mayor implicación del Gobierno regional para, por ejemplo, dotar con más medios al Observatorio.

Además, ha enunciado, “revisar el decreto de convivencia que data de 2008 y modificar lo que afecta al uso de las nuevas tecnologías” que, ha opinado, implica “no la prohibición sino un buen uso”, y también el replantearse la Ley de Autoridad del Profesorado.

Izquierdo, por último, ha incidido en la importancia de volver a poner en marcha las “horas por la convivencia”, que se suprimieron en 2012, “una campaña de dignificación” de la profesión y “reconocer las enfermedades de carácter psicosocial”.

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