El exalcalde de Puertollano ha sido condenado a siete años de inhabilitación por prevaricación

(fotografía de archivo)

Siete años de inhabilitación para el exalcalde de Puertollano, Joaquín Hermoso, por prevaricación en las obras del Coso Polivalente. El arquitecto técnico municipal también ha sido condenado a la misma pena, más tres años de prisión y una multa durante seis meses de veinte euros diarios. El secretario recibe la misma condena de siete años de inhabilitación, si bien ha sido absuelto, como el exalcalde, de los delitos continuados de falsedad por los que habían sido acusados.

Crónicas de Ciudad Real.- El exalcalde de Puertollano Joaquín Hermoso ha sido condenado a siete años de inhabilitación especial para empleo o cargo público por prevaricación en las obras del Coso Polivalente, que se realizaron de manera fraccionada en vez de adjudicarse en un solo contrato.

Según la sentencia de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, el tribunal considera a Hermoso, entonces alcalde del PSOE, autor responsable “criminalmente” de un delito de prevaricación administrativa, concurriendo la circunstancia atenuante simple de dilaciones indebidas. De este modo, la Audiencia ha rebajado los diez años que inicialmente pedía el Ministerio Fiscal a siete.

También ha sido condenado a siete años de inhabilitación especial para empleo o cargo público el arquitecto técnico municipal, como autor de un delito de falsedad de documento público u oficial. Asimismo, la condena establece para el arquitecto tres años de prisión y una multa durante seis meses de veinte euros diarios, además de la inhabilitación especial durante dos años.

El secretario del Consistorio recibe la misma condena de siete años de inhabilitación, si bien ha sido absuelto, como el exalcalde, de los delitos continuados de falsedad por los que habían sido acusados.

La sentencia considera probado que en octubre de 2007 Joaquín Hermoso tomó junto con su equipo de Gobierno la iniciativa política de continuar la ejecución de las obras del Coso Polivalente (plaza de toros), en la llamada segunda fase, consistente en la cimentación, graderío y barreras con la finalidad de utilizarlos en algún festejo de la feria a celebrar en mayo de 2008.

Hermoso encargó entonces al arquitecto, en su condición de aparejador municipal, que se ocupase de todo lo relacionado con la realización de la citada obra. Sin embargo, había personal más cualificado y de categoría superior o con mayor antigüedad que el arquitecto en dicha corporación.

La sentencia recoge que el arquitecto, para cumplir con el objetivo de realizar la obra en la mayor brevedad posible, sugirió un modelo constructivo basado en la fragmentación de la obra. Las adjudicaciones de las trabajos se llevaron a cabo sin resolución administrativa autorizante ni expediente de contratación alguno, sino mediante designación personal y directa.

Finalmente, sin resolución administrativa del alcalde que avalase el fraccionamiento, se procedió a ejecutar las obras de la segunda fase. Estas se dividieron en 69 expedientes, cuyo coste ascendió finalmente a 2.598.451,54 euros. 36 de los 69 expedientes, que ascendieron a 2.057.251,02 euros, fueron tramitados sin publicidad.